Adiós Gonzalo - José Luis Rodríguez Eyre
Inma CalvoEl pasado día 17 de abril, Gonzalo Haya pasó al Padre, devolvió su cuerpo a la madre tierra, para reciclar todos los elementos con los que el Señor formó la maravilla de la vida, de la que él fue un espécimen singular. Hombre tranquilo, sencillo, trabajador, estudioso, compasivo, comprensivo y abierto a confrontarse con el distinto. Tuvo una Fe “a prueba de bombas” y a la vez una búsqueda constante que lo/nos acercara al Jesús hombre, que caminó con los pobres y el Resucitado pascual que proclamaron sus discípulos.
Durante su vida en este espacio/tiempo dejó su huella como humanista, teólogo, pensador, compañero, padre, amigo en su entorno y como una reverberación de la energía cósmica que el Creador le había dado, la ha transmitido a familia y amigos.
Hoy, con el Padre, en una dimensión ignota para nuestra conciencia ligada al espacio/tiempo, la maravilla que fue Gonzalo como singularidad vital que disfrutó de la exuberante naturaleza, dejó frutos materiales y virtuales que el Padre sabrá agradecer como la del buen trabajador de su viña.
Su familia y amigos no obstante le echaremos de menos.
José Luis Rodríguez Eyre
Médico